sábado, 23 de septiembre de 2017

Echaron de Atucha al delegado gremial que había sido envenenado con material radiactivo


La empresa estatal dice que Damián Straschenco y otras cinco personas fueron filmadas robando material de construcción de la compañía, hace un año y medio. El gremio lo niega y habla de pruebas inventadas.

por Esteban Rafele

El 9 de mayo último, cuando el delegado sindical Damián Straschenco salía de su lugar de trabajo en la planta nuclear Atucha, los detectores de radiactividad dispararon una alarma. Su caso cobró revuelo internacional. Straschenco había ingerido agua pesada, en una botella de su propiedad, en cantidades que podrían haber terminado con su vida o haberle provocado daños irreparables con el tiempo. La causa, radicada en el juzgado federal de Campana, quedó caratulada como intento de homicidio.

Ahora, Straschenco fue despedido de la empresa.

La compañía dice haberlo filmado, a él y a otros cinco trabajadores, sustrayendo material de construcción, en enero de 2015. Dice contar con testimonios y videos que prueban el ilícito, que motivó un sumario y una causa de desafuero. Y, por si fuera poco, el juez federal de Campana, Adrián González Charvay, cambió la carátula de la causa por envenamiento, de homicidio simple a sabotaje. Straschenco pasó de víctima a sospechoso de haber ingerido voluntariamente el líquido mortal.

El sindicato de Luz y Fuerza de Zárate niega todo y denuncia una persecución de la compañía estatal hacia la representación gremial.

Los hechos, las versiones
Según fuentes de Nucleoléctrica Argentina SA (NASA), la empresa del Estado que opera las centrales nucleares, Atucha detectó, en enero de 2015, que durante dos noches seis personas se llevaron materiales de construcción de la compañía. Una de ellas, siempre según la versión oficial, sería Straschenco.

Como Straschenco, secretario general adjunto de Luz y Fuerza Zárate, tenía fueros gremiales, la empresa solicitó al juez González Charvay iniciar un sumario que termine en el eventual desafuero del trabajador. "Se inició un sumario; son procesos muy rigurosos y burocráticos, que requieren testimoniales y recavar pruebas", explicó una vocera de NASA.

Según voceros oficiales, NASA aportó al juez González Charvay videos y testimonios que acreditan la participación de Straschenco y otros cinco empleados en el ilícito. Y, siempre de acuerdo con la versión oficial, el magistrado habilitó el desafuero del sindicalista. De esas seis personas, una fue suspendida y las otras cinco, despedidas.

La versión del gremio es totalmente distinta. "El juez no determinó nada. La empresa presentó un sumario, Damián presentó un descargo y la empresa no lo consideró", dijo a TN.com.ar Néstor Izparraguirre, secretario general de Luz y Fuerza Zárate.

Según relató el gremio en un comunicado, "en dicho sumario, la NASA se había comprometido a aportar testigos y videos que demostraban los supuestos hechos denunciados, pero 'llamativamente', al momento de tener que presentarlos ante el Juzgado Federal, no hace lo propio y desiste de aportarlos". Iparraguirre agregó: "La empresa arma un sumario por 'presuntas irregularidades', pero en la causa no denunciaron robo y no hay faltante de nada".

El gremio reclamará a la Justicia la reposición de Straschenco en su cargo. "Va a volver a trabajar y va a seguir siendo secretario adjunto", dijo el sindicalista.

Homicidio y sabotaje
El despido de Straschenco llega luego de que el juez -que interviene en ambas causas- decidiera cambiar la carátula de la causa por el envenenamiento del delegado de Tentativa de homicidio simple a Sabotaje. El juez nunca aceptó a Straschenco como querellante, aunque sí admitió a NASA. Y, con la nueva lectura, imputó al sindicalista que ingirió el agua pesada.

Dicho de otra forma: la Justicia avanza en la hipótesis de que Straschenco tomó voluntariamente agua pesada y puso en riesgo su vida para perjudicar a la empresa. El juez "ahora aceptó a NASA como querellante y a Damián Straschenco como involucrado en un intento de 'sabotaje'", dijo el gremio en un comunicado.

Según los estudios que le practicaron al momento de internarlo, el gremialista tenía en su cuero entre 130 y 180 milisieverts, mientras que la máxima tolerada por un trabajador expuesto al reactor es de 20 milisieverts al año. Y Straschenco no trabajaba en esa área. Según consignó Ámbito Financiero en ese entonces, la responsable de Institucionales de NASA, Mabel Barbas, indicó que la contaminación fue menor y "no representa un riesgo para su vida".

Voceros de NASA se negaron a opinar sobre la causa por envenenamiento.

Para el gremio, todo está encadenado. El sindicato denunció una "maniobra persecutoria" que implicó, entre otras cosas, "confinar a la víctima y otros integrantes de la comisión directiva en las afueras del establecimiento laboral". Para Izparraguirre "es fantasioso, lo planearon, lo calcularon, pero vamos a sacar todo a la luz". Y agregó: "Somos un sindicato independiente y les molesta que queramos participar en paritarias y hacer asambleas. Hemos denunciado cuestiones de flexibilidad laboral y eso molesta".

Las dos partes prometen que esta historia continuará.

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