jueves, 23 de noviembre de 2017

COP 23: carbón, la industria que contamina el mundo

La minería es una de las industrias más contaminantes del mundo; es también la primera fuente de energía a nivel internacional. Algunos Estados se han unido para planear una futura salida de esta energía "sucia".

por Margot Desautez

Una mina en la mira de la COP 23
La cumbre climática COP 23 tuvo lugar a unos kilómetros de la mina de carbón más grande de Europa, en Hambach. Allí se está negociando otro tipo de acuerdos, en este caso entre la Policía alemana y los activistas medioambientalistas que ocupan el bosque de esa región alemana desde hace cinco años.

Las máquinas extractoras de la energética germana Rheinisch-Westfälisches Elektrizitätswerk (RWE) excavan lignito, un carbón de baja calidad con poco poder calorífico, las 24 horas del día en la mina de Hambach. Tras haber extraído el manto de arcilla y drenado la zona, la compañía explota las venas de la tierra a 300 metros de profundidad. Está planeado extender la gigantesca zanja de 34 kilómetros cuadrados a 85 kilómetros cuadrados en los próximos años.

Las organizaciones medioambientalistas BUND (Friends of the Earth Germany) y FoEI (Friends of the Earth International) se organizan comprando u ocupando las tierras para impedir el proyecto de extensión de la mina. Durante la COP 23 de Bonn, RWE suspendió su trabajo de deforestación del bosque de Hambach, uno de los más antiguos de Alemania, por miedo a un posible escándalo. Sin embargo, a unos kilómetros de la mina, el abandonado pueblo de Bergheim da testimonio del proyecto de la compañía. En Bergheim, RWE está indemnizando a los habitantes para que evacúen la zona. Las organizaciones medioambientalistas vinculan directamente esta conminación con el aumento del número de suicidios en el pueblo y explican que la minería sí mata. La empresa RWE es el principal contaminante de Europa: emite 0,5 por ciento de las emisiones globales de dióxido de carbono.

Una industria "sucia"
La minería es una de las industrias más contaminantes del mundo y es también la primera fuente de energía a nivel intrenacional (40 por ciento). Según el estudio Enerdata, el carbón emite 3,5 toneladas de CO2 para producir una tonelada de energía: esto es 1,5 veces más que el gas; 1,3 veces más que el petróleo. Además, la extracción del carbón contamina los acuíferos.

Alemania, país que acogió la COP 23, es el cuarto mayor consumidor de carbón en el mundo, después de China, India y Estados Unidos. Tras su retiro del Acuerdo de París, Estados Unidos afirmó su deseo de reactivar esta industria del siglo XIX. En la COP 23, Judith Graber, Secretaria del Estado adjunta para los Asuntos científicos y ambientales de Estados Unidos, afirmó en una conferencia sobre la utilidad de las energías fósiles (carbón, petróleo, gas): "Queremos apoyar las fuentes de energía lo más limpias y eficientes posibles, sea cual sea su origen". Sin embargo, dejó una incógnita sobre lo que llama energía fósil "limpia".

La Alianza para la salida del carbón
Este jueves, en Bonn Canadá y Reino Unido impulsaron la "Alianza para la salida del carbón", que reúne a Angola, Bélgica, Finlandia, Francia, Italia, las islas Marshall, México, Portugal y Salvador, pero también a algunos estados norteamericanos, como Washington, Alberta y Vancouver, que se oponen a la decisión de Trump. Esta Alianza prevé eliminar gradualmente las centrales de carbón con plazos límites adaptados a cada Estado. "El mundo avanza, el carbón no regresará", dijo Catherine McKenna, ministra de Medio Ambiente de Canadá. Sin embargo, los cuatro mayores consumidores de carbón, China, India, Estados Unidos y Alemania, no se unieron al llamado.

Fuente:
Margot Desautez, COP 23: carbón, la industria que contamina el mundo, 17/11/17, Deutsche Welle.

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